Esta carta se escribió en el año 1991, y se público en dos revistas, el Mundo del perro y otra Oficial, pero se hablado mucho del origen de la misma ya que han habido varios autores, pues desde aquí revindico todos los derechos de autor de la misma...!!!
TU
IMAGEN Y TU RECUERDO SIGUEN ENTRE NOSOTROS
Y por el recuerdo ahora pasado un
año es por lo que te escribo esta:
Amigo Irrintzi, que en gloria
estés, espero que el eco de esta carta te llegue como el relámpago
con trueno que té sesgo la vida.
Aquí todo es diferente desde que
nos dejaste, tu casa está ocupada por otro amigo muy simpático,
trabajador y sobre todo juguetón Tú eras distinto, eras bullicioso
no parabas siempre estabas expectante y activo, con ganas de buscar
esos olores que tan contentos ponen a nuestros guías y que tan
desagradable son a nuestros olfatos, pero si eso es lo que quieren,
seguiremos buscando y complaciéndolos y así compartir ese rato del
tira y afloja que tanto nos divierte. Te volvía loco el ruido de
las motos y con él perdías todo tu control. Recuerdo que los gatos
eran tu plato fuerte. Estabas pendiente de cualquier ruido para poder
ir a ladrarle, tu ladrido era molesto y desesperante a ratos como la
orquesta que quiere hacer buena música y le falla algún
instrumento. Así se encuentra la canera desentonada y un poco
cambiada.
La Blaki, se marcho tras de ti al
parecer envenenada. ¡vaya que hay algunos cambios!. Hasta los
ezcemas de primavera-verano son ya perpetuos.
Después de darte las novedades
amigo, lo que quiero decirte es: parece ayer cuando te fuiste sin
avisar te esfumaste como si de magia se tratara, pero no amigo mío
no fue magia, sino el olor azufre salado el que en vez de darte te
fulminó con la velocidad del rayo. Espero que no te dieras cuenta de
nada y deseo que tu alma perruna se desprendiera a tiempo de tu
cuerpo, que como abono se expandió al campo. Parece como si te
siguiéramos viendo en el patio, tan lleno de encanto y vitalidad. Tu
vida no se ha ido para siempre, porque en el recuerdo de tus amigos,
estarás presente mientras existamos.
Me toca escribirte por ser el
único que queda de los que te conocíamos, pero me tomo la libertad
de hacerlo en nombre de todos los cánidos. Y sobre todo de los que
tan ardua y peligrosa tarea desempeñamos, pero que con tanta
abnegación cumplimos.
Un lametón en el hocico y hasta
pronto.
JAI F-151, El Abuelo
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